por Fátima Sarmiento
La nostalgia y la tradición no tienen por qué estar reñidos con conceptos contemporáneos, y un testigo que nos lo demuestra lo encontramos en el pabellón de España de la Expo de Shanghai, conocido como “el cesto” y proyectado por la arquitecta italiana residente en Barcelona, Benedetta Tagliabue.
Se trata de un edificio de estructura metálica, recubierto por 8.500 paneles de mimbre, un material tradicional muy popular en la artesanía tanto de España como de China que reflexiona – según su creadora – “sobre la armonía entre tradición y modernidad, y la vocación de asumir el pasado innovando a partir de él”. Este material permite resguardar del sol, filtrar la luz y a la vez mantener la ventilación en el interior, también es un material vivo que huele diferente según está seco o húmedo y adquiere diferentes colores con el paso del tiempo. Su uso como revestimiento del pabellón, es el protagonista de un diseño vanguardista y responde a la intención de la arquitecta de fusionar artesanía y contemporaneidad, según sus palabras “es el momento de descubrir la posibilidad de utilizar a los artesanos en las obras de tecnología punta, y unir las dos cosas, porque esto le da a la arquitectura una concepción más humana”.
Su deseo y su trabajo son muy buenos inspiradores para la creación y el diseño de otras categorías de producto, con la tradición y cultura como punto de partida.
Porque además, esa base tradicional, se prevé que sea de gran valor en el mercado, donde el clima de consumo más moderado y reflexivo, hará apostar progresivamente por materiales menos condicionados por las modas aunque con historia y personalidad. Un gusto por diseños que aúnen una base tradicional aunque revisada y contemporaneizada.
Como indicadores, detectamos una vuelta al gusto por el trabajo con detalle, la artesanía – local o de otras culturas- , una revalorización de la nobleza de los materiales y la búsqueda de autenticidad, todos ellos reflejados en “el cesto”, quien representa un testigo en el presente de la tendencia que se prevé en el futuro.
Foto: Pabellón España Shanghai. Estudio EMBT ©
Admire. Wicker, the star of tradition and modernity.
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Lola Zambrano
Nostalgia and tradition do not have to be at odds with contemporary concepts, and a witness which shows it to us is found in the pavilion of Spain at the Expo in Shanghai, known as "the basket" and designed by an Italian architect living in Barcelona, Benedetta Tagliabue.
This is a metal frame building, covered with 8.500 wicker panels, a very popular traditional material in Spain and in China that reflects - according to its creator - the harmony between tradition and modernity and the vocation to assume the past to innovate from it.
This material protects from the sun, filtering light while maintaining ventilation inside, it is also a living material which smells different as it is dry or wet and takes on different colors over time.
Its traditional use is common in Spanish and Chinese culture, it is the protagonist of avant-garde design and meets the intent of the architect to merge craft and modernity, in her words "it's time to explore the possibility of using the craftsmen in leading-edge technology works, and join the two things, because this gives the architecture a more human conception".
Her desire and her work are good inspirers for the creation and the design of other product categories, with the tradition and culture as a starting point.
In addition, this traditional base, is expected to be a great value in the marketplace where the consumer climate is more moderate and thoughtful, materials will be progressively less dependent from fashion but with history and personality. A taste for designs that combines a traditional base but revised and modernized. As indicators, we found a return to the taste for detailed work, crafts - local or from other cultures, an appreciation of the nobility of materials and the search for authenticity, all shown in "the basket", which represents a witness in the present time of the trend expected in the future.
Foto: Pabellón España Shanghai. Estudio EMBT ©
Me ha encantado el comentario de Tagliabue acerca de al incorporación de los artesanos a la realización de obras con tecnología. La técnica de los artesanos es muy sofisticada en su ejecución aunque sea manual y podría servir para mejorar y convertir a la tecnología en una tecnnología más inteligente y amable.