por
Fátima Sarmiento

Desde hace tiempo, encontramos que los límites entre compra y consumo se entremezclan, y como consecuencia surgen establecimientos que persiguen la búsqueda de consumo en el punto de venta como nuevo modelo de negocio.

Como referencia de este tipo de consumo, cabe destacar como concepto, la proliferación de los nuevos mercados tradicionales. Aunque los mercados del Wanha Kauppahalli, en Helsinki, y el Östermalms Saluhall, en Estocolmo, iniciaron esa idea de mercados degustación hace varias décadas, recientemente se ha extendido por otras ciudades de Europa, como en Londres con el Borough Market o en Turín con Eataly, y se prevé que se extienda más . En nuestro país fue Barcelona quien introdujo este nuevo concepto de “neomercado” con la Boquería, mezclando puestos de degustación entre otros de compra, o el Mercado de Santa Catalina.


Desde 2008 también podemos encontrar en esta categoría al mercado de San Miguel de Madrid que reabrió sus puertas después de años cerrado. Allí también podemos observar este tipo de oferta: en el puesto de fruta se hacen zumos naturales para consumir allí, en el de pescado se puede degustar ostras y cava, en el de encurtidos un martini de grifo con aceitunas,…se trata de ofrecer una experiencia de compra o una experiencia de consumo ampliada, vinculada a la recuperación de usos y costumbres tradicionales.

Observatorio de Tendencias del iLab de Surgenia

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